Málaga alza la voz: “¡Dejadnos trabajar!”
El pasado 26 de marzo, Málaga vivió una jornada sin precedentes en defensa de la sanidad veterinaria. Bajo el lema “¡Dejadnos trabajar!”, el gremio veterinario malagueño se concentró en la calle Larios para exigir la revisión urgente del Real Decreto 666/2023, que pone en riesgo la salud de los animales de compañía y dificulta gravemente el ejercicio profesional.
Una profesión esencial, asfixiada por la burocracia
La protesta, convocada por el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga, AMVEAC (Asociación Malagueña de Veterinarios Especialistas en Animales de Compañía) y AEMAVE (Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios), reunió a profesionales sanitarios, asociaciones, docentes, estudiantes y ciudadanos comprometidos con el bienestar animal.
Durante dos horas, se paralizó la actividad clínica para lanzar un mensaje claro a las instituciones: el RD 666/2023 está dañando irreversiblemente el acceso a los tratamientos, la capacidad de actuación clínica y, en definitiva, la salud de los animales.
Ya se han lamentado las consecuencias: la muerte de una perra y un gato por no poder acceder a su medicación, y otro perro que sigue luchando por su vida.
Lo que la veterinaria malagueña reclama 📢
La manifestación incluyó la lectura de un manifiesto donde se exigieron cinco puntos clave, reflejados también en el cartel que acompañó la convocatoria:
✅ Botiquín veterinario completo: acceso sin trabas a todos los medicamentos necesarios.
✅ Libre cesión de medicamentos: poder completar tratamientos de forma eficiente y sin desperdicios.
✅ Bajada del IVA veterinario: un 21 % que asfixia a familias y profesionales; los veterinarios son los únicos sanitarios que lo soportan.
✅ Prioridad del criterio profesional: que las decisiones clínicas recaigan en manos de quienes conocen al paciente, no en la burocracia.
✅ Menos papeleo inútil: eliminar trámites que entorpecen la atención y no aportan valor.
Una protesta nacional con eco en toda España 🇪🇸
La movilización de Málaga se sumó a otras muchas que tuvieron lugar de forma simultánea en todo el país. Veterinarios de todas las comunidades autónomas se unieron en un mismo mensaje: “Queremos trabajar. Queremos cuidar de nuestros pacientes. Queremos ejercer como los sanitarios que somos.”
La magnitud del evento fue tal que más de 200 medios de comunicación nacionales se hicieron eco de la protesta, situando a la veterinaria en el centro del debate social y político.
Mucho más que una protesta: una defensa de la salud pública
Este no fue un acto corporativista. Fue una defensa clara del modelo “Una sola salud”, en el que el bienestar animal, la salud humana y la del medioambiente están íntimamente conectadas. El RD 666/2023 amenaza esa interdependencia.
“Nuestro compromiso con los animales, la sociedad y el concepto ‘Una Salud’ lleva existiendo mucho antes de que nacieran muchas leyes. Y seguirá vivo mientras siga viva nuestra vocación”, recordaron los convocantes.
¿Y ahora qué?
La ciudadanía puede seguir apoyando esta causa difundiendo en redes sociales, conversando con su entorno y exigiendo a las autoridades una atención veterinaria digna, eficiente y accesible.
Porque la salud animal también es salud pública. Porque los veterinarios son profesionales sanitarios esenciales. Y porque cuidar de los animales no puede ser un lujo.
Por la salud de nuestros animales. Por la salud de todos.